¿Alguna vez has notado que esas personas que parecen vivir en modo "felicidad” rara vez se enferman? Resulta que la ciencia podría tener una respuesta para esto. En un estudio liderado por Sheldon Cohen y su equipo, se exploró la fascinante conexión entre las emociones positivas y nuestra resistencia a enfermedades como los resfriados.
La Ciencia Detrás del Optimismo y la Salud
Imagínate esto: 193 voluntarios sanos se ofrecieron para ser expuestos a virus del resfriado o de la gripe. (Sí, en serio, ellos aceptaron). Antes de esto, los investigadores evaluaron su "estilo emocional positivo" (PES), es decir, cuánto experimentaban emociones como alegría, calma y vivacidad. También analizaron otros factores como su percepción de salud y personalidad.
Después de exponerlos a los virus, los voluntarios fueron monitoreados por varios días para ver quiénes se enfermaban de verdad. Los resultados fueron sorprendentes: las personas con niveles más altos de PES tenían casi tres veces menos probabilidades de desarrollar un resfriado que aquellas con niveles más bajos. ¿Lo mejor? Esta protección no tenía nada que ver con factores como la edad, el sexo o incluso la temporada del año.
¿Cómo lo Logran las Emociones Positivas?
Los investigadores no tienen una respuesta definitiva, pero tienen algunas teorías que podrían explicarlo:
Menos inflamación: Las personas con un PES más alto podrían tener una respuesta inflamatoria más moderada al virus. Esto significa menos liberación de esas molestas citoquinas que causan los síntomas del resfriado (como la congestión y el dolor de garganta).
Interpretación diferente del malestar: Las personas más positivas podrían ser menos propensas a interpretar pequeñas molestias como "Estoy enfermo/a". Tal vez ese cosquilleo en la garganta es solo un "detallito" para ellos.
Dato curioso: el PES no afecta si te infectas o no. La diferencia está en cómo tu cuerpo maneja el virus una vez que lo tienes.
¿Qué Significa Esto para Ti?
Este estudio nos deja una lección poderosa: cultivar emociones positivas podría ser una herramienta valiosa para fortalecer tu salud. Si bien no podemos controlar por completo si nos enfermamos o no, el optimismo podría ser ese "superalimento" para tu sistema inmunológico que estás buscando.
Algunas ideas para aumentar tu PES:
Practica la gratitud: Anota tres cosas buenas que te hayan pasado cada día.
Ríe más: Sé creativo/a para encontrar momentos de humor.
Medita: Incluso unos minutos al día pueden ayudarte a mantener la calma.
Un Mensaje Final para Reflexionar
Aunque este estudio se centró en emociones positivas como un rasgo (es decir, algo constante en tu vida), nos invita a reflexionar: ¿Qué pasaria si tratamos de inducir más momentos de alegría y tranquilidad en nuestro día a día? Quién sabe, tal vez la próxima vez que todos a tu alrededor estén resfriados, tú seas el único en pie, sonriendo y lleno/a de energía.
Así que ya sabes: ¡a pensar positivo! Tal vez no sea la cura mágica, pero definitivamente es una estrategia que vale la pena intentar. Y si Sheldon Cohen y su equipo lo dicen, es difícil no creerles.
Fuente: Cohen, S., Alper, C. M., Doyle, W. J., Treanor, J. J., & Turner, R. B. (2006). Positive emotional style predicts resistance to illness after experimental exposure to rhinovirus or influenza A virus. Psychosomatic Medicine, 68(4), 561–571.
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